Con más caras de tensión que de fiesta, los priistas celebraron los 7 puntos de ventaja que les dio el PREP sobre la alianza “Hidalgo Nos Une”. Xóchitl informó que esperará los últimos resultados.
A la fiesta de la democracia le faltó más humor y le sobró tensión. Más que una elección a gobernador parecía partido de futbol. Tanto la retadora Xóchitl Gálvez como el consentido Francisco Olvera no pudieron salir con la sonrisa cuando cerraron las urnas.
Como es costumbre, Omar Fayad quien juega con el gafete de capitán tricolor, se presentó a dar una conferencia de prensa en lugar del candidato. Con el mismo discurso de pureza política, el diputado criticó la guerra sucia que hicieron los retadores y aseguró que ganaban la elección por 18 puntos. El PREP sólo le da siete.
Los colaboradores salieron a los balcones del patio central para hacer sonar sus matracas y sus vuvuzelas de papelería para que en el sistema de radio y televisión de Hidalgo se escuchara el ambiente. Pero la tensión se sentía en la sala.
El festejo de hace un año cuando en las elecciones federales se llevaron el carro completo quedó atrás. Apenas unos 60 empleados animando y algunos tricolores reconocidos como Efraín Arista y Carolina Viggiano, el presidente del partido se mostraba optimista. Pero sus palabras contrastaban con el rostro de los priistas.
Mientras, en el Tuzoforum, el equipo retador que fue intimidado en la mañana al sabotear el sistema de monitoreo irrumpiendo en sus instalaciones, salto de felicidad al saber que su encuesta de salida los daba ganadores. Otra vez, la tensión se respiraba en el ambiente al conocer los resultados de las demás encuestadoras. El gol en contra fue difícil pero lucharon para sobreponerse.
Xóchitl tuvo el apoyo el de la capital de estado donde ganó caminado. Ganó en la casilla donde votó el candidato y el director técnico del equipo contrincante, pero los indígenas y los maestros le dieron la espalda.
La retadora tenía todo en contra. Jugó de visitante y el árbitro es localista. Por más talento y empuje los resultados del PREP muestran que va perdiendo por escasa ventaja. Tuvo la ayuda de una jugadora con visión como Gaby Cuevas pero parece que no le alcanza para doblegar a la maquinaria priista.
En el equipo poderoso la soberbia y las risas nerviosas son comunes. A las 10 de la noche Francisco Olvera sale para decirles a sus agremiados que las tendencias les favorecen. Sus hinchas que se han multiplicado milagrosamente le contestan con las vuvuzelas región 4 y con matracas adquiridas por mayoreo.
“Queremos agradecer la operación de todos ustedes para que tuviéramos esta elección y quiero recordar a las personas que todavía están allá fuera trabajando para que se de este gobierno de servicio a todos los hidalguenses” comentó el favorito de la elección.
Aunque sabe que va ganando el jugador no se confía. Sonríe y le agradece a su esposa por el apoyo dado; al gobernador por su labor al frente de ejecutivo y asegura que la gente está contenta por qué tendrá un gobierno con gente honesta.
Después de 7 minutos de discurso sus hinchas se empiezan a aburrir. Al final, el mariscal Fayad levanta las manos de su jugador estrella y empieza el ambiente ensordecedor. Mientras unos saltimbanquis salen para animar a los presentes.
Olvera sale del edificio pero no sube al templete donde debería anunciar su victoria con un grupo de personas a las que se les facilitó el traslado en camionetas de transporte público. Ni los juegos pirotécnicos hicieron que la estrella priista se subiera a festejar el triunfo.
Se fueron a tiempos extras y se ve más entero el equipo tricolor. Por cierto, no votó el 54%. La afición ya le aburre el partido.
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